En la primera mitad del Siglo XX se creó la primera escuela
del Trabajo Social en Latinoamérica en Santiago de Chile, por el Doctor
Alejandro del Río, de formación profesional en medicina en el año de 1925; en
Puerto Rico se creó en el año de 1934; en Argentina, se fundó la primera escuela
en 1940, en Ecuador en 1945, en Venezuela en 1956; en 1966 se crea la primera
escuela de Servicio Social en República Dominicana.
Otro aspecto importante, tiene que ver con la formación
profesional, en Latinoamérica, y en sus inicios currículos en los que se
incluían materias de medicina, derecho y una gran mayoría de materias de tipo
práctico, como los son la economía del hogar, los primeros auxilios, nutrición,
entre otras, esto, con el objetivo de dotar a los estudiantes de conocimientos
que les permitieran atender diversas problemáticas, así como ofrecer
conocimientos en artes y oficios dentro de la práctica de trabajo social con
grupos, para que estas habilidades pudieran utilizarse en la generación de
ingresos de los participantes.
Es a partir de 1950 que se incluye en el currículo de las
diferentes universidades, la cátedra de servicio social de grupo, esta fue una
inclusión lenta y gradual que se extendió por las diferentes escuelas de
Trabajo Social de Latinoamérica, después de ser propuesta en el Primer Congreso
Latinoamericano de Trabajo Social, celebrado en Chile en el año de 1945.
La formación profesional en Latinoamérica ha sido menos
fragmentada, porque en los currículos de las universidades se han incluido los
tres métodos del Trabajo Social, Caso, Grupo y Comunidad, lo que genera una
intervención integral y una complementariedad entre estos al momento de
interactuar con los sujetos y sus realidades. Pero es necesario aclarar que
esto no siempre fue así- En la década de los 70s, incluso en los 80s se retiró
de los pensum de Trabajo Social de las universidades los cursos de Trabajo
Social de Caso y Grupo, por razones políticas. Porque, se consideraba que estos
métodos no respondían a las necesidades latinoamericanas. Se privilegió la
producción académica y la enseñanza del método de Trabajo Social Comunitario.
En América Latina las primeras residencias se generaron en
las primeras décadas del s. XX, los cuales han recibido diferentes nombres
desde su creación como lo son, las residencias sociales y los centros
comunitarios. Los servicios de estos centros van dirigidos a los niños, a las
niñas, a las y los jóvenes, a la población adulta y a la familia.
En estos centros comunitarios las y los Trabajadores
Sociales son los que han tenido mayor presencia, estos guían su participación a
través de los métodos de Trabajo Social con individuos, el comunitario y el de
grupos en la prestación de los servicios.
Por otra parte, las experiencias de las dictaduras en
algunos países Latinoamericanos, determinaron la erradicación de los grupos por
considerarlos una amenaza para el régimen, lo que originó la extinción de los
grupos.
Para terminar, Brasil ha sido una gran influencia con el
Trabajo Social Crítico, la cual aporta a la pedagogía social. Este país cuenta
con grandes representantes como José Paulo Neto, Marilda Villela Lamamoto,
entre otros.
De otro lado, el Trabajo Social en América Latina ha estado
influenciado directamente por el de Estados Unidos y el de Europa, lo que llevó
entre muchas otras cosas del contexto a que en 1965 se conformara el Movimiento
de la Re conceptualización, impulsado por la inconformidad con el modelo
imperante de Estados Unidos, del cual hacía parte el Servicio Social; en este
movimiento de la re conceptualización se cuestionó, se revisó y se buscaron
alternativas de transformación de la realidad del contexto Latinoamericano.